LA PRÁCTICA
Procura llegar al menos 10 minutos antes de la hora. El zazen
comienza a la hora en punto. Para hacer meditación necesitarás ropa cómoda y
holgada, preferiblemente oscura.Puedes en principio hacer uso de los
zafus (cojines) que pertenecen al Dojo, pero más adelante, si decides continuar practicando es
conveniente que te procures uno propio.
LA POSTURA DE ZAZEN
Sentados en medio del
zafu (cojín redondo), se cruzan las piernas en la posición de loto o de medio
loto. Si ello no es posible, se cruzan simplemente, sin colocar el pie en el
muslo opuesto, aun así es esencial que las rodillas empujen el suelo. La columna
vertebral bien derecha, el mentón recogido, la nuca estirada, la nariz en la
misma línea vertical que el ombligo, se empuja la tierra con las rodillas y el
cielo con la cabeza.
Se pone la mano izquierda en la mano derecha, las palmas
hacia el cielo, los pulgares se tocan, formando una línea recta. Las manos
descansan en los pies, los cantos en contacto con el abdomen. Los hombros están
relajados. La punta de la lengua toca el paladar. La mirada está puesta
aproximadamente a un metro de distancia en el suelo sin mirar nada en
particular.
LA RESPIRACIÓN ZEN
La respiración zen no se puede comparar con ninguna otra, es
muy antigua, en sánscrito se llamó 'anapanasati', solamente puede surgir de una
postura correcta. Ante todo se trata de establecer un ritmo lento, fuerte y
natural, basado en una espiración suave, larga y profunda. El aire se expulsa
lentamente y silenciosamente por la nariz, mientras que la presión debido a la
espiración, baja con fuerza al vientre. Al final de la espiración, la
inspiración se hace naturalmente. Los maestros comparan el aliento zen con el
mugir de las vacas o con la espiración de un bebé que grita recién nacido