7.2.17

LA VIA DEL ZEN

Pregunta: existen los años de práctica, las sesshines,  los campamentos, los libros, etc… pero me gustaría tener tu respuesta, ¿qué es la Vía?
Respuesta: Es simple, es darse cuenta de porque un ser humano nace sobre la tierra, es tan simple como eso, es encontrar, darse cuenta del por qué uno nace, por qué uno vive, por qué uno muere, y encontrar cada uno la respuesta íntima  a esto. Puede haber multitud de caminos para esto, pero el mío es éste, cuando  consideras los millares de existencias que aparecen sobre la tierra, los pequeños pulgones, los insectos que se estrellan contra nuestro parabrisas en el coche, una forma humana es algo muy excepcional.
KodoSawaki a menudo caligrafiaba esto. Decía que el ser humano puede hacer las peores cosas, no veréis nunca una vaca matando a otra vaca. El ser humano puede verdaderamente hacer lo peor. Al mismo tiempo, cuando hace realidad la Vía, cuando se vuelve Buda, hace realidad algo fantástico. Esto es la Vía, dirigirse hacia esto, por qué he nacido. La ordenación es ya una respuesta a esto, es lo que os he leído de una de las cartas “comiendo en este cuenco, me doy cuenta de que nunca estaré solo, incluso en la soledad más completa” es esto hacer realidad el lazo. La esencia de la palabra religión es religar, estamos religados, en absoluto solos, al mismo tiempo solos y no solos. Esto es la Vía, hacer realidad aquello por lo que estoy aquí, dar todo su sentido a este existencia.
P.-  Esta existencia es más grande que nosotros.
R.- A la vez es más grande y es lo que somos. Por supuesto, formamos parte de algo infinitamente grande, es hacer realidad esto, pero no es posible hacerlo realidad más que a partir de nuestra realidad de ser humano, que es entre 1,50 y 1.80 metros, según la persona. En su “canto de la choza de paja”, cuando Sekito dice, “sobre un metro cuadrado, este anciano ilumina las formas y su esencia”. Este ser humano, sobre un metro cuadrado, sentado en zazen, ilumina todas las cosas y él mismo está iluminado por todas las cosas. Pero él lo hace a partir de este metro cuadrado. No es posible realizar lo infinito sino a partir de nuestra realidad, de nuestro cuerpo de  ser humano. Es esto exactamente lo que es extraordinario, cuando he hablado con las personas que van a recibir la ordenación ahora mismo, tras el café, decía que tras la ordenación, puedes aprender con cualquier cosa, he repensado esta discusión que hemos tenido y , por supuesto, lo que es extraordinario cuando se practica la Vía, es que uno aprende con todo,   con la gente que no hace zazen y que felizmente tiene también esta apertura. Al mismo tiempo el peligro es que podemos encontrar cantidad de gente, aprender cantidad de cosas, y no aprender nada. Una persona que está sola, que hace zazen sola, que repite la misma cosa, que hace su genmai no está cerrada. Hace lo mismo durante toda su vida, pero está totalmente abierta al mundo, en absoluto cerrada.

Por ejemplo, si seguís muchos maestros, muchos godos, aprenderéis cantidad de cosas, pero si seguís a una sola persona aprenderéis sobre vosotros mismos. Esta es la pequeña diferencia. Es como la vida de pareja, si cambias continuamente no aprenderás nada de ti mismo, cavar, insistir en el mismo lugar  es importante, es ahí  que uno puede encontrarse  a sí mismo y encontrar a los demás.  ¿Entiendes?


(Extracto de un "mondo" del Maestro Raphael Doko Triet, publicado por el Dojo Zen de Bilbao)